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Al crear este sitio hago realidad uno de mis grandes deseos de escribir y compartir con ustedes mi pasión por el Olimpismo. Desde que recibí mi “bautizo” Olímpico durante la Sesión de la Academia Olímpica Internacional del año 1992, no he podido dejar de promover, difundir y practicar los valores Olímpicos.

El Olimpismo moderno fue creado por un educador francés que mi buen colega Olímpico Don Conrado Durantez describe como el más famoso desconocido de la historia: Pierre de Freddy, Barón de Coubertín. Estudiando a Coubertín, empecé a entender muchas de sus luchas y especialmente me enamoré del Olimpismo, de su esencia y trascendencia para la sociedad contemporánea.

Tras vivir en el deporte desde mi infancia he tenido la oportunidad de observar, vibrar y sentir cómo el deporte en nuestra sociedad y me refiero a mi país Colombia, es reducido a una simple actividad de “sudor y músculo”. Muy pocos han entendido que el deporte es un puente para mejorar la vida de los seres humanos y por ese motivo quiero que a través de este medio, cada vez más personas conozcan la grandeza del deporte y la verdadera filosofía del Olimpismo. Esa que pregonó Coubertín en busca del deporte para todos con una integración de lo físico, mental y espiritual para hacer evidente la excelencia humana a través del esfuerzo físico.

Recientemente he tenido la oportunidad de Asesorar la Organización de los IX Juegos Suramericanos Medellín 2010 para que alcanzaran el perfil Olímpico. Ese resultado fue posible en la medida que desde la Dirección General hasta el último de los integrantes del Equipo de Trabajo entendieron la dimensión del Olimpismo, esencial en la organización de unos Juegos del Ciclo Olímpico.

Les invito a caminar juntos por este sendero en el que compartiremos por qué el Olimpismo es la nueva doctrina de la humanidad y por qué el ser humano requiere del deporte para encontrarse a sí mismo y liderar procesos en beneficio de los demás.

– Clemencia Anaya

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